Financiado por Corfo, este consorcio nació con el objetivo de analizar distintas tecnologías de módulos fotovoltaicos, bajo las condiciones extremas del desierto de Atacama.
EL proyecto Atamos-Tec tuvo como meta la creación de módulos fotovoltaicos optimizados para funcionar eficazmente en el desafiante clima del desierto de Atacama.
Teniendo en cuenta las condiciones extremas que presenta este entorno y que ponen a prueba las tecnologías solares convencionales, el objetivo fue superar las limitaciones de los módulos, adaptándolos para una mayor productividad y resistencia.
La planta piloto instalada en Antofagasta fue el corazón de la iniciativa. Se diseñó para analizar el desempeño de diferentes tecnologías de módulos, incluyendo módulos fijos, trackers y estructuras verticales. Esto permitió identificar cuáles eran las mejores en términos de capacidad eléctrica y adaptabilidad al entorno del desierto.
Atamos-Tec reunió a un conjunto diverso de instituciones: dos centros internacionales y cinco universidades, con quienes se realizó la puesta en marcha de la planta desde el punto de vista del diseño, construcción, instalación de sensores y análisis de datos.
Este trabajo demostró cómo la investigación aplicada puede transformar los desafíos climáticos en oportunidades para el desarrollo sustentable.